A CADA PASO, de Consuelo Orias
©
Texto: Mª Consuelo Orias Gonzalvo
©
Prólogo: Enrique Linares Martí
©
Ilustraciones: Cristina Campos Pastor
©
Imagen de cubierta: Ivan Kmit (Adobe Stock)
Colección
Concilyarte nº. 27
Primera
edición: octubre, 2025
D.L.:
M-21498-2025
ISBN:
979-13-990770-6-3
Nº
de páginas: 210
Comentario:
Este libro de Consuelo Orias destila
sencillez en sus versos, respetando la esencia del haiku japonés, con una
mirada de mujer que, en silencio, sin hacer ruido, peregrina y nos cuenta:
“caminando / me acompañan hortensias / hasta la aldea”. Conceptos-imágenes que
van más allá de lo que los versos dicen buscando la experiencia poética de lo
cotidiano, en un no saber que huye de la racionalidad. Por eso cuando la autora
se estremece con la realidad de una tragedia como la ocurrida en Valencia en
octubre de 2024, donde el agua arrastró todo a su paso llenando las vidas de
dolor y lodo a las poblaciones de L’Horta Sud no denuncia ni reflexiona, solo
dice, y en su decir encierra todo: “se acaba el día, / recuerdos sucios de
fango / llenan las calles”. Y buscando la ternura en cualquier situación:
“sobre las piernas / recubiertas de lodo, / una libélula”. A cada paso es un
libro que recomiendo vivamente porque retoma el camino del haiku que no busca
decir, salvo lo que es imprescindible en la mirada del haijín: lo que cabe en
una gota de silencio, lo que contiene un instante, lo que no dice nada, pero
hay que decir. Enrique Linares Martí Este libro de Consuelo Orias destila sencillez
en sus versos, respetando la esencia del haiku japonés, con una mirada de mujer
que, en silencio, sin hacer ruido, peregrina y nos cuenta: “caminando / me
acompañan hortensias / hasta la aldea”. Conceptos-imágenes que van más allá de
lo que los versos dicen buscando la experiencia poética de lo cotidiano, en un
no saber que huye de la racionalidad. Por eso cuando la autora se estremece con
la realidad de una tragedia como la ocurrida en Valencia en octubre de 2024,
donde el agua arrastró todo a su paso llenando las vidas de dolor y lodo a las
poblaciones de L’Horta Sud no denuncia ni reflexiona, solo dice, y en su decir
encierra todo: “se acaba el día, / recuerdos sucios de fango / llenan las
calles”. Y buscando la ternura en cualquier situación: “sobre las piernas /
recubiertas de lodo, / una libélula”. A cada paso es un libro que recomiendo
vivamente porque retoma el camino del haiku que no busca decir, salvo lo que es
imprescindible en la mirada del haijín: lo que cabe en una gota de silencio, lo
que contiene un instante, lo que no dice nada, pero hay que decir. (Enrique
Linares Martí)

Comentarios
Publicar un comentario