"HEREDAR LA LLUVIA" de Gregorio Dávila de Tena
HEREDAR LA LLUVIA de Gregorio Dávila de Tena Recojo del magnífico prólogo de José Manuel Martín Portales esta frase: “este libro de poemas de Gregorio Dávila pareciera indicarnos una forma de salvación mientras ‘el mundo se derrumba’.” Y nada más comienzo a leer me encuentro estos tres versos que me guiarán como el perro guía al ciego que soy en el camino: “Aprendo de la piedra la humildad y de la lluvia la oración. El silencio nombra a los pájaros.” Intuyo en el primer verso el silencio eterno de la piedra que contrasta en una perfecta balanza con el rítmico sonido de la lluvia. El humilde silencio que no espera nada, y el balbuceo melódico de quien repite y repite sin descanso una oración a lo sagrado. La cadencia de la lluvia es el sonido más sincero que conozco y su plegaria un canto a lo inefable. El tercer verso es el mástil de la balanza. Los pájaros llevan en el pico las notas musicales que engarzan perfectamente con el silencio del mundo. Este ciego se apoya en esos tr
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