HAIKUS Y OTRAS MIRADAS de César Bianchi
Del prólogo de Enrique Linares Martí: Del prólogo de Enrique Linares Martí El haiku es la frontera, el límite entre la palabra y el silencio. Más aún, es la mínima expresión donde la palabra intenta casi sin éxito definir el silencio. El silencio contemplativo de un instante que sucede ante el haijin, y que aparentemente no tiene nada que lo defina como asombroso. Es más, el haiku se enmarca entre dos silencios: el del asombro por lo que contemplo, y el posterior de agradecimiento por haber estado atento en ese aquí y ahora. En estos haikus que nos regala, César busca esa brevedad silenciosa para contar el asombro de lo que le rodea. Es un niño grande que dice lo que observa, lo que escucha o intuye. Llega la vendedora de jazmines. Aún no la veo. Son ojos que han mirado durante mucho tiempo y ahora quieren describir lo que les asombra. Contarlo como lo haría el niño. Incluso cantar si hace falta, p...